Porque las víctimas son más importantes que los victimarios.
Para que despertemos de nuestra aparente indiferencia y dejemos aflorar el deseo de ayudar que todos tenemos.
Para que no estigmaticemos a las víctimas.
Para que las víctimas colombianas no queden reducidas a un número de heridos, muertos y desaparecidos, a simples datos estadísticos que no despiertan la solidaridad de nadie.
Para que les devolvamos un rostro, la historia de una vida truncada, de una madre, de un padre o de un hijo.
Para honrar la memoria de sus muertos, que son nuestros muertos.
Para aprender de ellos a educar a nuestros niños en la paz, la tolerancia y el respeto por las ideas ajenas.
Para trabajar por el reconocimiento, la visibilidad y la legitimidad que ese merecen en una sociedad democrática.
Para que nos hagamos corresponsables deldolor de miles de compatriotas.
Para trabajar en pro de la unión de las víctimas sin distingos políticos, de género, religiosos o raciales, fundamentados en la pluralidad y la democracia.
Para transformar el dolor en esperanza.
Para acompañarlos en el proceso de “víctimas a sobrevivientes”.
Para que compartan y aprendan del dolor de otros, en su proceso de sanación.
Para lograr el reconocimiento y el respeto efectivode los derechos de las víctimas.
Para reconstruir memoria histórica, a partir del testimonio de las víctimas.
Para que sus historias de dolor no se repitan.
Para proporcionarles interlocución democrática con la sociedad, con los legisladores, el gobierno y la comunidad internacional.